Portabilidad múltiple: móvil, ADSL, fijo y electricidad (IV)

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La electricidad

Finalmente, hice una cuarta portabilidad. No tiene mucho que ver con las anteriores portabilidades pero mi situación con Endesa debía llegar a su fin. Debía cambiar el servicio de electricidad. El principal detonante fue el mal trato que recibí por parte de Endesa ante la situación de dejar una vivienda de alquiler. Cuando se deja una vivienda de alquiler, el inquilino no puede hacer el cambio de nombre a la inmobiliaria o al administrador. Tienen que hacerlo ellos mismos. ¿Y qué pasa si se olvidan o no quieren hacer el cambio? Que el inquilino debe seguir siendo titular y pagar las facturas, aunque meses después ya no viva allí. La única respuesta es dar de baja el suministro pero la mayoría de contratos tienen una cláusula que impide realizar esta baja, debido a los altos costes de darlo de alta nuevamente.

Después de exponer el caso a Endesa su respuesta fue -literalmente-: «Señor, usted sigue siendo el titular y debe pagar las facturas, viva o no viva allí». Obviamente no seguí discutiendo. Colgué e inmediatamente fui a buscar otra compañía de la luz para el nuevo piso de alquiler en el que estoy, que también estaba con Endesa. Por la experiencia de tener el gas con Gas Natural, sabía que la oficina virtual era muy efectiva. Todos los trámites son transparentes e instantáneos. La oficina virtual de Endesa es pésima. Es lenta, no siempre conecta y casi siempre produce errores. Además, los trámites no son instantáneos y deben realizarse «a mano» por algún inexperimentado operador, que suele equivocarse.

La oficina virtual de Endesa es el paradigma de la decadencia, de cómo no utilizar la tecnología y un reflejo de la casposidad de este país. Lejos de dedicarle recursos a mejorar este servicio, prefieren dedicarlos a amasar sus fortunas fruto del llamado déficit tarifario, otra estafa. En cualquier caso, el trato al cliente debería ser exquisito. Un cliente es algo valiosísimo y que hay que cuidar. El cliente paga. El cliente no es solo un número. Ese cliente al que se maltrata es el que paga la nómina al maltratador. Y por esas incongruencias e ironías decidí sin pensármelo cambiar de comercializadora de electricidad.

Realmente fue algo impulsivo, sin meditar ni pensar. Entré en la oficina virtual de Gas Natural y el aire fresco era palpable. Nada que ver con Endesa. Es una oficina virtual amigable y fácil de seguir. En seguida contraté la electricidad y fue realmente muy sencillo. Solo necesitaba una factura con Endesa para obtener el número CUPS (algo así como el número de móvil para hacer la portabilidad pero para el servicio de electricidad) y algún otro parámetro. Finalmente, se generó un contrato con Gas Natural para el servicio de electricidad. Si tienes un escáner puedes escanear tu firma y pegarla encima del contrato en PDF y subirlo de nuevo a su portal. Además, algo que agradecí fue el hecho de cruzar los datos con el servicio del gas. No tuve que poner ni la cuenta bancaria, ni la dirección, ni el método de facturación, ni nada. Obviamente me dejó escoger si quería tomar esos datos o poner otros. Tan solo el CUPS y la potencia a contratar. Todo muy fácil y muy correcto.

No obstante, por alguna razón, el proceso de portabilidad de compañía eléctrica es mucho más largo. En mi caso fueron 17 días naturales. Para hacer el proceso, Endesa tiene que avisar a la distribuidora (la propietaria del contador) para que vaya un operario a hacer una lectura y cobrarte la última factura. Entonces cede la gestión del servicio a Gas Natural y ya eres cliente de la compañía. El proceso es completamente silencioso y nada transparente. En ningún momento sabes en qué estado se encuentra la portabilidad del servicio de electricidad. Además, en ningún momento se produce ningún corte del suministro, por lo que si no entras a la oficina virtual de la nueva comercializadora o llamas por teléfono, no te enteras.

Paralelamente me apunté a la iniciativa de la OCU de compra colectiva. Desconozco los detalles pero la OCU montó una subasta entre las comercializadoras para que dieran sus ofertas de electricidad y gas. El aval de la OCU era el número de los usuarios apuntados. Como era de esperar, las 5 grandes no ofertaron nada y sólo entraron en el trapo las empresas pequeñas. La ganadora fue holaluz.com y me recuerda a la filosofía de Pepephone pero de mejor rollo. Y además, verde. El principal inconveniente es que los operadores no pueden ofertar tarifas por debajo de la TUR. Por tanto, no existe tal competencia. Éste es el país en el que vivimos. En el que se liberalizan los mercados para que se instauren oligopolios y puedan amasar inmorales cantidades de capital. Hace días que estoy barajando seriamente cambiarme otra vez de compañía de electricidad a holaluz.com. A día de hoy estoy esperando la oferta que prometieron lanzar hace 2 días. Espero que no tarden mucho. Posiblemente cuando la tenga me cambiaré. Aunque el ahorro será nulo porque los precios son fijos para todos, el servicio seguro que será diferente. Además, si tengo que gastar lo mismo en un lado o en el otro, prefiero irme a alguien que sople viento fresco que no a un gigante. La iniciativa de holaluz.com es muy loable y espero poder darles un voto de confianza. Me queda por comprobar que realmente no haya ninguna permanencia con la recién portabilidad a Gas Natural. Me juraron y perjuraron que no había. Pero en el contrato especificaban que si se disfrutaba de una promoción, debería abonarse dicha promoción como penalización. Ya os contaré.

En conclusión, cambiar de compañía de electricidad es, quizá, más fácil que cambiar de compañía telefónica. No hay cortes de suministro. No hay configuraciones. No hay nada que requiera la intervención del cliente. Es muy fácil.

Echa un vistazo a la portabilidad del móvil en Portabilidad múltiple: móvil, ADSL, fijo y electricidad (I).